Heridas cardíacas no penetrantes

domingo, 27 de enero de 2008

El corazón puede sufrir traumatismos por impacto directo contuso, desaceleración , etc.

La causa más frecuente de trauma cardíaco no penetrante son los accidentes de tránsito y las lesiones más usuales son las del pericardio, que puede acumular sangre y oprimir al corazón, dificultando su llenado y funcionamiento (tamponamiento cardíaco). El impacto directo puede lesionar al propio músculo cardíaco (miocardio), ocasionando hinchazón o edema severo o incluso ruptura de las cámaras cardíacas, lo cual también se manifiesta como taponamiento. Si el edema afecta las vías de conducción eléctrica del corazón, se pueden observar diferentes tipos de bloqueos incluyendo bloqueo aurículo-ventricular completo.
Las lesiones del miocardio en forma más tardía se pueden transformar en aneurismas o dilataciones anormales de los ventrículos y generar trombos o coágulos dentro de las cavidades cardíacas que se compliquen con embolias a otros órganos.
Alguna arteria coronaria puede ser machacada o rasgada y taponarse por un coágulo sanguíneo que agrave la situación con un infarto del miocardio. De hecho se han presentado casos en los cuales no es posible determinar si el infarto fue el causante del accidente o lo contrario.
Otras lesiones frecuentes son desgarros en la aorta, las venas pulmonares, la arteria ignominada, las venas cavas y el desprendimiento de las válvulas, ocasionadas por desaceleración brusca cuando el vehículo choca de frente a muy alta velocidad. La ruptura de la aorta suele producirse en el punto de inserción del ligamento arterioso, sitio donde la aorta se une firmemente a las demás estructuras del mediastino, y donde las fuerzas cizallamiento son máximas. Las venas pulmonares, encargadas de llevar la sangre oxigenada de los pulmones hasta el corazón, se desgarran muy cerca de su unión a la aurícula izquierda, la cual también puede romperse.
Manifestaciones del trauma cardíaco
En caso de accidente automovilístico, los daños en el volante deben hacer sospechar la posibilidad de trauma cardíaco severo en el conductor. El síncope con pérdida del conocimiento, taquicardia, hipotensión y shock son frecuentes. La ingurgitación yugular o congestión de las venas del cuello es un signo muy fuerte de taponamiento pericárdico agudo. Los pacientes conscientes con frecuencia se quejan de fuerte dolor de pecho y dificultad para respirar. La atención médica en todos los casos, debe ser inmediata y eficiente para precisar, en lo posible, el problema principal del trauma, el cual casi siempre requiere intervención quirúrgica de urgencia.

Estudios diagnósticos de utilidad

El electrocardiograma puede ser normal o presentar cambios diversos, desde alteraciones no específicas de la onda T hasta franco supradesnivel del segmento ST por lesión miocárdica.
La radiografía del tórax también puede ser normal o mostrar fracturas de costillas, acumulación de líquido pleural o signos de contusión pulmonar, lo cual aumenta la probabilidad de contusión cardíaca.
Las enzimas cardíacas suelen elevarse por el trauma a otras estructuras musculares, pero es importante el nivel de la fracción MB (casi exclusiva del músculo del corazón).
El ecocardiograma es sin lugar a dudas el estudio diagnóstico más útil en los casos de traumatismos del corazón. Puede realizarse en el mismo servicio de urgencias o en la unidad de cuidados intensivos, sin necesidad de suspender el tratamiento para estabilizar al paciente. Permite detectar derrame pericárdico, su magnitud y su repercusión sobre el corazón (taponamiento), alteraciones en la contractilidad de las paredes por trauma, la presencia de fístulas, cortocircuitos o pasos anormales de sangre, lesiones de las válvulas, ruptura de cavidades, aneurismas, trombos, lesiones en los grandes vasos (aorta y arteria pulmonar) y laceraciones en venas pulmonares. Otros métodos diagnósticos como la ventriculografía isotópica (medicina nuclear), la tomografia axial computarizada (TAC) y la resonancia magnética nuclear (RMN) pueden aclarar aspectos no definidos en forma clara, pero es imprescindible para su ejecución, que la condición del paciente sea estable y que los problemas con riesgo inminente para la vida hayan sido resueltos.

Manejo

Desde el mismo sitio del accidente la víctima debe recibir atención médica o paramédica apropiada o soporte vital, que estabilice en lo posible sus signos vitales.
Inmovilización, manejo de heridas sangrantes, restitución de volumen sanguíneo con soluciones y expansores plasmáticos, mantener despejadas las vías aéreas e incluso maniobras de reanimación pueden ser necesarias. Todo este soporte vital debe continuarse durante su traslado al hospital y por ello es imprescindible contar con verdaderas ambulancias (no sólo vehículos de transporte), dotadas con los equipos y personal apropiados.
El traumatismo cardíaco severo incluso puede requerir intubación orotraqueal y asistencia ventilatoria. Todos estos pacientes necesitarán grandes cantidades de sangre para reponer las pérdidas provocadas por el accidente y por la cirugía, por lo cual se recomienda a los familiares y amigos que estén en condiciones de donar sangre para que lo hagan.
Las heridas penetrantes del corazón, en especial las producidas con arma de fuego suelen ser mortales; sin embargo, hay afortunadas situaciones en las cuales, por diversos mecanismos (hematomas contenidos, rupturas selladas, etc.) y por la oportuna atención médica, la víctima sobrevive y es posible corregir el problema mediante cirugía.

Recomendaciones finales

Como los accidentes de tránsito son la causa más frecuente de traumatismo cardíaco: ·
Conduzca con precaución.
EVITE EL EXCESO DE VELOCIDAD. Use siempre cinturón de seguridad y haga que sus acompañantes lo usen. Sin embargo, recuerde que A MUY ALTA VELOCIDAD NO HAY CINTURON DE SEGURIDAD QUE VALGA.
Jamás combine licor con el volante. "EL ALCOHOL AL VOLANTE, MATA".
Revise en forma periódica el estado mecánico de su auto.
No conduzca cansado o con sueño y evite largas jornadas al volante.
Nunca lleve niños en el asiento delantero y ¡MUCHO MENOS ENTRE USTED Y EL VOLANTE!.
Toda persona herida merece atención sin importar la gravedad de su lesión.
En lo posible y si no está en peligro su propia seguridad y la de su familia, Asista a víctimas de accidentes. Practicar los primeros auxilios, que puede ser tan sencillo como colocarla en una posición que le permita respirar, puede salvar una vida humana. O algo tan simple como una llamada con su teléfono celular puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte de un ser humano.
2008

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